Semana laboral de cuatro días ayuda a combatir el cambio climático
La pandemia y la disminución de viajeros ha provocado que el daño al planeta se reduzca, de esta situación surge la idea de una semana laboral de cuatro días.
Las emisiones de carbono cayeron temporalmente, un nuevo informe analiza cómo algunos de los mismos beneficios podrían provenir de un cambio en los horarios si más empresas cambiaran a una semana laboral de cuatro días.
De acuerdo con información de Fast Company, cuando la pandemia obligó a cerrar las oficinas por primera vez y la cantidad de viajeros en las carreteras disminuyó repentinamente, el impacto ambiental fue visible en ciudades como Los Ángeles y Nueva Delhi: el smog desapareció a medida que más automóviles se quedaban en casa.
Semana laboral de cuatro días: informe
El informe, de 4 Day Week Campaign y la organización medioambiental Platform London, encontró que:
Si el Reino Unido cambiara a una semana laboral de cuatro días para 2025, las emisiones podrían caer en 127 millones de toneladas métricas, o más del 20%, lo que equivale aproximadamente a sacar de las carreteras toda la flota de automóviles privados del país.
Joe Ryle, un activista de la Campaña de la semana de 4 días.
Algunas empresas también se están dando cuenta de que una semana más corta puede impulsar la productividad porque los trabajadores están más concentrados y renovados cuando están en la oficina.
Creo que, desde hace bastante tiempo, especialmente en los últimos años, los beneficios de una semana laboral de cuatro días sin pérdida de salario, en términos del impulso que recibimos en términos de salud mental y bienestar, ser de trabajadores, ha sido muy obvio y cada vez más entendido en todos los ámbitos…
Pero en realidad, hay un lado completamente diferente: será muy bueno para el medio ambiente.
Joe Ryle, un activista de la Campaña de la semana de 4 días.
Incluso en Londres, que tiene un transporte público y carriles para bicicletas más extensos que la mayoría de las ciudades de EE. UU., más de un tercio de los viajeros todavía conducen al trabajo; el automóvil es más popular que cualquier otro medio de transporte. En otras partes del país, mucha más gente conduce al trabajo.
Si el Reino Unido cambiara a una semana laboral nacional de cuatro días, dice el informe, los viajes diarios se reducirían en 558 millones de millas por semana.
A diferencia del trabajo totalmente remoto, que podría afectar la viabilidad del transporte público si el número de pasajeros es muy bajo, una semana de cuatro días aún dejaría la demanda de autobuses y metro.
Si bien el trabajo remoto híbrido podría tener el efecto contrario, si una oficina permanece abierta para algunos trabajadores y mantiene las luces encendidas mientras que otros usan más electricidad en el hogar, con una semana laboral de cuatro días, es más probable que una oficina cierre completamente una oficina por un día más, dice Ryle.
Para la mayoría de los trabajos de oficina, la evidencia es que es mucho más fácil de implementar si acaba de cerrar la oficina.
Joe Ryle, un activista de la Campaña de la semana de 4 días.
La idea de que las emisiones se reducirían con menos horas de trabajo no es un concepto nuevo: un documento de 2006 sugirió que si los estadounidenses redujeran sus horas de trabajo para estar en línea con los europeos, podría reducir las emisiones en un 7%.
Las horas de trabajo más largas también están asociadas con un mayor consumo, lo que se suma a la huella de carbono total.
¡Sumemos un día libre!
Con un día libre adicional, algunos estudios sugieren que las personas serían más propensas a dedicar su tiempo a actividades bajas en carbono, como pasar tiempo con la familia, ir a un parque, ser voluntario o caminar para hacer mandados en lugar de conducir.
La semana laboral de cuatro días está ganando terreno poco a poco, tanto con empresas individuales como con gobiernos.
España está planeando un piloto nacional. Escocia también está planeando un piloto nacional que ayudará a subsidiar a decenas de empresas que quieran probar el enfoque. Grandes empresas, como Microsoft y el gigante de bienes de consumo Unilever, están probando la idea en algunos mercados.
La principal motivación es mejorar la vida de los empleados, pero algunas empresas también están comenzando a reconocer que podría ayudar a reducir su impacto ambiental. “Cada vez vemos más empresas que dicen que quieren retribuir a sus trabajadores, pero también quieren mostrarse como líderes en la comunidad empresarial en la reducción de las emisiones climáticas”, afirma Ryle.
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