Las mujeres y el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá
Con el fin de generar capacidades en las mujeres en Bogotá para lograr su incidencia en la etapa de formulación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que tendrá una vigencia de 12 años, el Consejo Consultivo de Mujeres de Bogotá -Espacio Autónomo, se reunió el pasado primero de diciembre con mujeres delegadas de los Comités Operativos Locales de Mujer y Géneros (COLMYG) y de los Consejos de Planeación Local (CPL), para recibir una capacitación técnica que permitiera identificar problemáticas de orden urbano y rural específicas para las mujeres, y concretar propuestas relacionadas con el ordenamiento territorial que puedan ser tenidas en cuenta por la Administración Distrital.
La jornada “Encuentro Distrital de Mujeres Diversas pensando en el POT”, contó con la participación de la arquitecta Marisol Dalmazzo, experta consultora en temas urbanísticos con perspectiva de género para América Latina, y la abogada Lucy Cardona, ambas integrantes de la Fundación AVP (Asociación de Vivienda Popular); Martha Triana, Presidenta del Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD); Sandra Mazo, Consejera de las Comisiones Poblacional y POT, delegada por el Sector Mujeres en el Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD); y Gustavo Wilches-Chaux, profesor de la Universidad Externado de Colombia de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, experto medio ambientalista nacional e internacional. También acompañaron la jornada Freddy Martínez y Juliana Ortega de la Dirección de Participación y Comunicación para la Planeación de la Secretaría Distrital de Planeación y profesionales de las direcciones de Derechos y Diseño de Política, Territorialización de Derechos y Participación, Eliminación de las Violencias Contra las Mujeres y Acceso a la Justicia, y Enfoque Diferencial de la Secretaría Distrital de la Mujer, quienes contribuyeron al desarrollo metodológico de la jornada.
Alibe Linares Salinas, Consejera Consultiva, explicó cómo “ el proceso de formación y participación que se adelanta alrededor del territorio transitado, caminado y vivido es para poder mejorar la calidad de vida en la construcción de una ciudad, urbana y rural, también pensada para las mujeres”. En ese sentido, para la Consejera es fundamental la disminución de las brechas de desigualdad, la eliminación de las violencias y discriminaciones persistentes en contra de las mujeres.
Marisol Dalmazzo presentó el resultado de análisis producidos con anterioridad e invitó a las mujeres para indagar sobre la relación entre la perspectiva de género y planes de Ordenamiento Territorial, en temas específicos como la transformación de los roles en la división sexual del trabajo; la modificación de la composición de los hogares; la feminización de la pobreza y la exclusión; las violencias contra las mujeres en espacios públicos y en los hogares; la limitación a la participación ciudadana de las mujeres, en particular en las decisiones de planificación de la ciudad; la responsabilidad social de la autonomía del cuidado, entre otras propuestas. De acuerdo con la experta, existen encuestas de calidad de vida en Bogotá pero no un estudio consolidado que muestre cómo viven las mujeres en la capital.
Gustavo Wilches-Chaux aportó en la comprensión del territorio mediante los componentes ambientales del POT en diferentes escalas, en el marco del cambio climático y de las ciudades resilientes, donde el papel de las comunidades reside en dialogar con los elementos y ecosistemas que constituyen el territorio y en adaptarse a sus dinámicas, no al contrario. Planteó finalmente que no son negociables: el agua en calidad y cantidad, la resiliencia climática, la seguridad alimentaria, la identidad y valores base de la comprensión del territorio, el sentido de pertenencia, el sentido de comunidad, la responsabilidad, solidaridad, equidad y reciprocidad en un escenario global.
Martha Triana, Presidenta de la máxima instancia de planeación participativa de Bogotá en asuntos territoriales, señaló la oportunidad que significa cada revisión para corregir las deficiencias que pueda tener el Plan, en este momento, el Decreto 190 de 2004. Por lo cual remite a conocer en detalle la Ley 388 de 1997 y sus decretos reglamentarios. También resalta la oportunidad para darle la orientación a la ciudad que quiere la ciudadanía, incluyente de los enfoques de la política pública de mujeres, poblacional y territorial con mayor alcance que un gobierno. Señaló, además, el papel que tiene el CTPD de emitir un concepto al documento POT que se formule antes de su paso por el Concejo de Bogotá, por lo cual el CTPD está atento de las propuestas que surjan de este proceso.
Sandra Mazo reflexionó sobre la articulación necesaria entre la Comisión Poblacional y la Comisión POT al interior del Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD), para estimular un Plan de Ordenamiento Territorial atravesado de manera integral por el enfoque poblacional y el enfoque de género. Resaltó la importancia de la participación política de las mujeres en la incidencia del POT en cada espacio que se abra, la apropiación del lenguaje técnico del POT así como la reivindicación de orden técnico y político de los saberes locales propios de procesos sociales y comunitarios. “El POT como instrumento no puede estar alejado de la vida misma ni desconocer, en variables, las realidades de quienes habitamos el territorio. No podemos permitir un POT sin incorporar las diversidades y una inclusión social legítima de las mujeres”, afirmó.
En la franja de la tarde, la metodología que se desarrolló a modo de taller estuvo organizada en torno a siete mesas de trabajo dedicadas a los temas de competencia del POT en relación con su afectación sobre las mujeres diversas: Zonas de alto impacto (o de tolerancia); Trabajo y Gestión del suelo; Espacio público y Movilidad; Equipamientos y Servicios públicos; Vivienda y Hábitat; y Sostenibilidad ambiental, Cambio climático y Gestión del riesgo.
La importancia de este ejercicio radica en que las mujeres cuenten con la posibilidad de pensar y exigir una ciudad efectivamente incluyente y segura para ellas. Entre los principales retos que tienen las mujeres para darle cuerpo y continuidad a este ejercicio de incidencia política de ciudad, se encuentra la necesidad de construir una visión integral sobre las problemáticas de las mujeres, en un lenguaje de fácil comprensión para todas, sin desconocer el lenguaje y requisitos técnicos en la formulación de sus propuestas.
De esta manera, la Subsecretaría de Políticas de Igualdad de la SDMujer, desde las estrategias de Corresponsabilidad para promover el derecho a la participación de las mujeres, la de transversalización en la articulación con todos los sectores de la administración pública y la de territorialización en su gestión local , apoyó este ejercicio del cual se prepara como resultado, un documento técnico que lleve la voz de las mujeres de Bogotá a la formulación del POT 2017-2029 y que fortalezca la participación informada de las ciudadanas en las posteriores etapas de seguimiento de la implementación del POT.
Alibe Linares Salinas, Consejera Consultiva, explicó cómo “ el proceso de formación y participación que se adelanta alrededor del territorio transitado, caminado y vivido es para poder mejorar la calidad de vida en la construcción de una ciudad, urbana y rural, también pensada para las mujeres”. En ese sentido, para la Consejera es fundamental la disminución de las brechas de desigualdad, la eliminación de las violencias y discriminaciones persistentes en contra de las mujeres.
Marisol Dalmazzo presentó el resultado de análisis producidos con anterioridad e invitó a las mujeres para indagar sobre la relación entre la perspectiva de género y planes de Ordenamiento Territorial, en temas específicos como la transformación de los roles en la división sexual del trabajo; la modificación de la composición de los hogares; la feminización de la pobreza y la exclusión; las violencias contra las mujeres en espacios públicos y en los hogares; la limitación a la participación ciudadana de las mujeres, en particular en las decisiones de planificación de la ciudad; la responsabilidad social de la autonomía del cuidado, entre otras propuestas. De acuerdo con la experta, existen encuestas de calidad de vida en Bogotá pero no un estudio consolidado que muestre cómo viven las mujeres en la capital.
Gustavo Wilches-Chaux aportó en la comprensión del territorio mediante los componentes ambientales del POT en diferentes escalas, en el marco del cambio climático y de las ciudades resilientes, donde el papel de las comunidades reside en dialogar con los elementos y ecosistemas que constituyen el territorio y en adaptarse a sus dinámicas, no al contrario. Planteó finalmente que no son negociables: el agua en calidad y cantidad, la resiliencia climática, la seguridad alimentaria, la identidad y valores base de la comprensión del territorio, el sentido de pertenencia, el sentido de comunidad, la responsabilidad, solidaridad, equidad y reciprocidad en un escenario global.
Martha Triana, Presidenta de la máxima instancia de planeación participativa de Bogotá en asuntos territoriales, señaló la oportunidad que significa cada revisión para corregir las deficiencias que pueda tener el Plan, en este momento, el Decreto 190 de 2004. Por lo cual remite a conocer en detalle la Ley 388 de 1997 y sus decretos reglamentarios. También resalta la oportunidad para darle la orientación a la ciudad que quiere la ciudadanía, incluyente de los enfoques de la política pública de mujeres, poblacional y territorial con mayor alcance que un gobierno. Señaló, además, el papel que tiene el CTPD de emitir un concepto al documento POT que se formule antes de su paso por el Concejo de Bogotá, por lo cual el CTPD está atento de las propuestas que surjan de este proceso.
Sandra Mazo reflexionó sobre la articulación necesaria entre la Comisión Poblacional y la Comisión POT al interior del Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD), para estimular un Plan de Ordenamiento Territorial atravesado de manera integral por el enfoque poblacional y el enfoque de género. Resaltó la importancia de la participación política de las mujeres en la incidencia del POT en cada espacio que se abra, la apropiación del lenguaje técnico del POT así como la reivindicación de orden técnico y político de los saberes locales propios de procesos sociales y comunitarios. “El POT como instrumento no puede estar alejado de la vida misma ni desconocer, en variables, las realidades de quienes habitamos el territorio. No podemos permitir un POT sin incorporar las diversidades y una inclusión social legítima de las mujeres”, afirmó.
En la franja de la tarde, la metodología que se desarrolló a modo de taller estuvo organizada en torno a siete mesas de trabajo dedicadas a los temas de competencia del POT en relación con su afectación sobre las mujeres diversas: Zonas de alto impacto (o de tolerancia); Trabajo y Gestión del suelo; Espacio público y Movilidad; Equipamientos y Servicios públicos; Vivienda y Hábitat; y Sostenibilidad ambiental, Cambio climático y Gestión del riesgo.
La importancia de este ejercicio radica en que las mujeres cuenten con la posibilidad de pensar y exigir una ciudad efectivamente incluyente y segura para ellas. Entre los principales retos que tienen las mujeres para darle cuerpo y continuidad a este ejercicio de incidencia política de ciudad, se encuentra la necesidad de construir una visión integral sobre las problemáticas de las mujeres, en un lenguaje de fácil comprensión para todas, sin desconocer el lenguaje y requisitos técnicos en la formulación de sus propuestas.
De esta manera, la Subsecretaría de Políticas de Igualdad de la SDMujer, desde las estrategias de Corresponsabilidad para promover el derecho a la participación de las mujeres, la de transversalización en la articulación con todos los sectores de la administración pública y la de territorialización en su gestión local , apoyó este ejercicio del cual se prepara como resultado, un documento técnico que lleve la voz de las mujeres de Bogotá a la formulación del POT 2017-2029 y que fortalezca la participación informada de las ciudadanas en las posteriores etapas de seguimiento de la implementación del POT.
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