Consejos para una alimentación sencilla, asequible y saludable durante el
brote de COVID-19
Ideas para ayudar a tu
familia a practicar una dieta nutritiva
El brote de la
enfermedad por coronavirus (COVID-19) está trastocando la vida de las familias
de todo el mundo. A medida que las escuelas y los centros de cuidados
infantiles cierran, muchos padres y madres están teniendo que quedarse en casa
y hacer malabarismos para cuidar a sus hijos y trabajar a tiempo completo a la
vez que atienden otras responsabilidades. Decidir “¿qué hay para cenar?” puede
convertirse en otro reto diario.
Comprar, almacenar y cocinar
verdura fresca puede ser difícil durante un aislamiento, especialmente cuando
se recomienda a los progenitores limitar las salidas del hogar. Sin embargo, en
la medida de lo posible, es importante asegurarse de que la dieta de los niños
incluya una cantidad suficiente de frutas y verduras.
Siempre que tengas la oportunidad de conseguir productos frescos, hazlo. La fruta y la verdura, además de poder tomarse fresca, también puede congelarse, y conserva gran parte de su sabor y sus nutrientes. Si utilizas verdura fresca para cocinar sopas, caldos u otros platos en grandes cantidades conseguirás que duren más y tendrás distintas opciones para varios días. Además, también puedes congelar estos platos y recalentarlos rápidamente.
Los productos frescos
son, casi siempre, la mejor opción, pero cuando no están disponibles hay muchas
alternativas saludables que puedes almacenar y preparar fácilmente.
Los frijoles y los
garbanzos en conserva, que aportan abundantes nutrientes, pueden almacenarse
durante meses e incluso años, y puedes incluirlos en tus platos de diversas
formas. El pescado azul en conserva, como las sardinas, la caballa y el salmón,
son ricos en proteínas, ácidos grasos omega 3 y una variedad de vitaminas y
minerales. Puedes utilizarlos en frío, como, por ejemplo, en sándwiches,
ensaladas o platos de pasta, o también añadirlos a platos calientes.
Las verduras en
conserva, como los tomates, suelen contener menos vitaminas que los productos
frescos, pero son una buena alternativa si te cuesta encontrar productos
frescos o verduras congeladas.
Los alimentos
deshidratados, como los frijoles, las legumbres y los cereales deshidratados,
como las lentejas, los guisantes partidos, el arroz, el cuscús o la quinua,
también son opciones nutritivas y duraderas que, además, son sabrosas,
asequibles y sustanciosas. Los copos de avena cocinados con leche o agua son
una opción excelente para el desayuno, y puedes condimentarlos con yogurt,
fruta troceada o pasas.
4. Limita los alimentos muy procesados
Cocinar y comer todos
juntos es una forma excelente de crear rutinas saludables, fortalecer los lazos
familiares y divertirse. Siempre que sea posible, invita a tus hijos a
participar en la preparación de la comida: los más pequeños pueden ayudar a
lavar o a organizar los alimentos, mientras que los mayores pueden asumir
tareas más complejas y ayudar a poner la mesa.
La leche materna sigue
siendo una excelente opción de alimentación para los niños de entre 6 y 24
meses en adelante. Las mujeres que padecen COVID-19 pueden seguir amamantando a
sus hijos si lo desean. No obstante, deben cuidar la higiene respiratoria
mientras lo hacen, llevando una mascarilla siempre que puedan, lavándose las
manos antes y después de tocar al bebé y limpiando y desinfectando
repetidamente las superficies que hayan tocado. Si no se encuentran lo suficientemente
bien para amamantar a causa del virus o de otras complicaciones, las madres
deben contar con ayuda para alimentar a sus recién nacidos con leche materna de
la mejor forma posible.
Consejos de higiene alimentaria durante el brote de la enfermedad por
coronavirus (COVID-19)
Si bien es cierto que
en la actualidad no hay pruebas que asocien los alimentos o los envases de los
alimentos con la transmisión de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), es
posible que una persona se infecte al tocar una superficie o un objeto contaminado
por el virus y, a continuación, tocarse la cara. Sin embargo, el riesgo es
mayor si se mantiene un contacto directo con otras personas al ir a la compra o
recibir un pedido a domicilio. Como siempre, la higiene adecuada es importante
al manipular alimentos para prevenir cualquier enfermedad que estos puedan
producir.
·
Lávate las manos insistentemente con agua y jabón durante 20 segundos como
mínimo antes de preparar cualquier alimento.
·
Utiliza tablas separadas para cortar carne y pescado crudos.
·
Cocina los alimentos a las temperaturas recomendadas.
·
En la medida de lo posible, mantén los alimentos perecederos refrigerados o
congelados, y presta atención a las fechas de caducidad.
·
Intenta reciclar o desechar los residuos y los envases de los alimentos de
una manera higiénica y adecuada, evitando acumulaciones de basura que puedan
atraer plagas.
· Lávate las manos con agua y jabón durante 20 segundos como mínimo antes de comer, y asegúrate de que tus hijos hacen lo mismo.· Utiliza siempre platos y utensilios limpios.
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