QUE ES EL POT?
El Plan de Ordenamiento Territorial - POT es el instrumento básico
definido en la Ley 388 de 1997, para que los municipios y distritos del país
planifiquen el ordenamiento del territorio. El POT contiene un conjunto de
objetivos, políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y normas que
orientan el desarrollo físico del territorio y la utilización o usos del suelo.
A través del POT se ordena el
territorio urbano y rural, hasta el punto de establecer los programas y proyectos
que durante los siguientes 12 años, permitirán acercarnos a la visión de la
Bogotá en la que queremos vivir en el futuro. Entre los temas que se deben
revisar están el acceso de la ciudadanía a servicios públicos, la vivienda, las
vías, y los equipamientos. También plantea una serie de reglas de juego que
permiten orientar las inversiones públicas y privadas, necesarias para que cada
vez mejoremos la calidad de vida de quien hoy vive en Bogotá, de las nuevas
generaciones y de quienes habrán de llegar.
¿Para
qué sirve el POT?
La ciudad que estamos construyendo hoy día, define
el nivel de calidad de vida que queremos para todos sus habitantes por muchos
años.
El
Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá es la herramienta con la que
contamos para crear las condiciones de habitabilidad urbana y rural que
requerimos, abarcando las relaciones de integración con nuestro entorno físico
natural, un crecimiento razonable y ejemplar a escala regional, una
consolidación basada en la modernización y dotación de infraestructuras y
servicios suficientes para todos, y las condiciones necesarias para seguir
impulsado su capacidad de innovación y producción de espacios de calidad para
todos sus ciudadanos.
¿Qué
tipo de territorio se puede construir con un buen POT?
¿Por
qué el POT se debe planificar a largo plazo?
Para crecer de forma ordenada y poder ofrecer a los
ciudadanos todo lo que necesitan en materia de educación, recreación,
transporte, espacio público, vivienda y salud, las ciudades deben planearse
para largos periodos de tiempo siguiendo una hoja de ruta clara.
Como Bogotá sigue creciendo, más que muchas de las
grandes ciudades del mundo, es muy importante que preveamos todos los soportes
ambientales y de infraestructuras que vamos a necesitar en las siguientes
décadas, para alojar a nuestros futuros conciudadanos y para garantizar que
ellos y nosotros, podamos gozar de las mejores condiciones de habitabilidad,
movilidad y abastecimiento alimentario, entre muchas otras cosas, así como de
una capacidad robusta de reaccionar ante eventos naturales catastróficos.
El POT de Bogotá se debe diseñar para un horizonte
de 12 años, tiempo que se considera suficiente para que los proyectos de
intervenciones físicas e infraestructuras a largo plazo alcancen a construirse
y a ponerse en funcionamiento.
Debido a que implica una gran responsabilidad con
todos nuestros conciudadanos, el diseño del POT requiere la elaboración de un
diagnóstico completo sobre el estado actual de la ciudad y su entorno natural y
rural. Diagnóstico dentro del cual se deben incluir proyecciones de las
demandas en el largo plazo de servicios ambientales, infraestructuras y condiciones
físicas para la habitabilidad y el acceso a servicios sociales y comunitarios.
Es así como el POT, como un ejercicio de
planeamiento de largo aliento, debe basarse en la comprensión del espacio en el
que vivimos, la forma en que lo hemos ocupado, las actividades económicas de
las que depende nuestra subsistencia como comunidad, y las necesidades de cada
uno de nosotros para habitar y disfrutar en condiciones seguras, eficientes y
armónicas con la naturaleza.
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