Diferencias: reciclar vs economía circular
Si bien el término reciclaje se ha vuelto omnipresente en nuestra vida diaria los matices de reciclar vs economía circular a menudo se siguen malinterpretando. No obstante, comprender la distinción que engloba a cada uno es crucial para tomar mejores decisiones hacia la construcción de un futuro sostenible.
Lo anterior nos lleva a preguntar sobre qué ocurre con la promesa del reciclaje como solución para los desechos plásticos y la contaminación, si tenemos que tan sólo en 2021, en los EE. UU., de 40 millones de toneladas de plásticos generados solo del 5% al 6%, o alrededor de dos millones de toneladas, se reciclaron. Mientras que aproximadamente el 85% fue a parar a vertederos y el 10% fue incinerado.
Abordar la diferencia entre reciclar vs economía circular
Ciertamente, la promoción de la sostenibilidad comienza por abordar las percepciones erróneas sobre la reciclabilidad y las tasas de reciclaje, y aclarar la definición de economía circular.
El reciclaje ha sido ampliamente promovido desde la década de 1970. En teoría a pequeña escala, la mayoría de los materiales se pueden reciclar; pero en realidad a escala industrial, es mucho más matizado que eso. «Reciclar» se refiere al proceso de recolectar desechos, clasificarlos, reprocesarlos y finalmente convertirlos en un nuevo producto. Este es un proceso mucho más complicado de lo que parece, ya que hay pérdidas de material en cada paso del proceso.
Así tenemos que, si bien se podría pensar que un tenedor de plástico, por ejemplo, se «recicla» cuando lo deposita en un contenedor de reciclaje, pero, desafortunadamente, la tasa de reciclaje del material es mucho más baja de lo esperado: solo se recicla entre el 5% y el 6% del plástico y gran parte del mismo termina en vertederos.
Entonces, ¿no funciona el reciclaje? Sí y no, porque para que un desecho o residuo pueda ser reciclado en su gran mayoría es necesario asegurar que sus materiales de origen estén diseñados desde un principio para ser reutilizados y remanufacturados. El siguiente paso es la cantidad de veces que se puede reciclar un material, que depende de la calidad de los materiales reciclados finales y de los sistemas de reciclaje existentes. Esto es lo que llamamos economía circular.
Dificultad de reciclar sin enfoque de circularidad
De hecho, algunos materiales como los plásticos o los compuestos mixtos, pierden calidad cuando se reciclan y, por lo tanto, a menudo solo se pueden reciclar dos o tres veces antes de terminar en un vertedero o incinerador; por lo tanto, no se pueden considerar circulares. Otros materiales, como el acero, el aluminio y el vidrio, se encuentran en el otro extremo del espectro y se pueden reciclar por siempre. Esa es una gran diferencia, y es la parte «por siempre» lo que hace que un material sea circular en lugar de «simplemente» reciclable.
Pero en todo esto, ¿cómo pueden los negocios transitar hacia modelos más circulares que permitan el reciclaje? El empaque es desde un inicio un componente esencial en la economía circular y su diseño puede ser capaz de minimizar el desperdicio y maximizar el uso de los recursos. Por ello, su creación debe consistir en un sistema de circuito cerrado donde los materiales se recolecten, clasifiquen y reciclen en nuevos productos y utilicen materias primas de fuentes renovables.
En todo este camino el reciclaje como percibimos no es el objetivo final por que no mira el panorama final, pero minimizar el material de empaque, usar materiales infinitamente reciclables y alentar la reutilización y diseñar empaques para minimizar los desechos durante todo el ciclo de vida, desde la producción hasta la eliminación, son elementos esenciales para lograr la circularidad y mantener un equilibrio con los sistemas naturales.
El cambio a economía circular es crítico
Está ambigüedad que ha existido entre reciclar vs economía circular es particularmente una preocupación que socava los esfuerzos, especialmente entre la lucha contra los plásticos que plagan océanos y naturaleza. Si no se toman medidas inmediatas, los 11 millones de toneladas métricas de plástico que ingresan al océano cada año se triplicarán en los próximos 20 años.
Es por eso que las empresas, consumidores y gobiernos deben comprender las complejidades del reciclaje vs economía circular y asumir un papel más activo para transitar hacia una economía circular que permita alejarnos de todos aquellos materiales que sólo se pueden reciclar pocas veces.
Afortunadamente, los consumidores están ansiosos por desempeñar un papel en la búsqueda de soluciones a largo plazo. El Informe global de compras ecológicas (2022) de Trivium Packaging encontró que más de la mitad de los consumidores tienen menos probabilidades de comprar productos con empaques dañinos; y el 44% ha declarado que no comprará productos con envases nocivos para el medio ambiente. En este camino, las marcas tienen una gran responsabilidad y poder para mover la aguja hacia la dirección correcta, y pueden hacerlo de diferentes maneras…
1. Invertir en infraestructura que apoye la circularidad
Las empresas pueden comenzar invirtiendo en la infraestructura necesaria para los materiales circulares. Al adoptar materiales que son infinitamente reciclables y evitar aquellos con reciclabilidad limitada, las empresas de todos los tamaños no solo pueden avanzar en sus propios objetivos de sostenibilidad, sino también desempeñar un papel en la preservación de nuestro planeta. El acero, por ejemplo, es infinitamente reciclable, con una tasa de reciclaje del 86% en Europa. Esto lo convierte en una opción ambientalmente más sostenible considerando que solo se necesita una parte de la energía para reciclar el metal en comparación con el material virgen.
2,. Alianzas con centros de reciclaje
Las empresas también pueden colaborar con los centros de reciclaje para promover nuevas tecnologías que puedan clasificar los materiales reciclables de manera más precisa y eficiente. Esta asociación puede tomar muchas formas, como invertir en equipos de reciclaje avanzados o financiar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías de clasificación. Al apoyar estas iniciativas, las empresas pueden ayudar a garantizar que el proceso de reciclaje sea lo más eficiente y efectivo posible, reduciendo los desechos y aumentando la cantidad de materiales que se pueden reutilizar.
3. Educar a los consumidores a través de envases e iniciativas
El próximo paso es llegar a los consumidores a través de la educación y el compromiso. Las marcas pueden crear contenido educativo sobre el reciclaje en todos sus canales, comunicando los beneficios de los materiales sostenibles e incentivando el reciclaje de sus productos y empaques.
Por ejemplo, la incorporación de etiquetas como la marca europea Metal Recycles Forever o información de How2Recycle sobre envases y materiales de punto de venta puede ayudar a mostrar la atención de una empresa por los envases sostenibles e inspirar a los consumidores a tomar medidas.
En última instancia las empresas tienen un papel fundamental a la hora de cerrar la brecha de conocimiento entre reciclar vs economía circular. Esto se puede lograr centrándose en dos esfuerzos clave: invertir en materiales y procesos circulares e incentivar comportamientos circulares
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