9 de abril: Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado
Cada 9 de abril, Colombia conmemora el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, una fecha instaurada por la Ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas y Restitución de Tierras) para rendir homenaje a millones de colombianos que han sufrido las consecuencias del conflicto armado interno.
Esta jornada no solo es un acto simbólico, sino una oportunidad para reflexionar colectivamente sobre el pasado, reafirmar el compromiso con la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, y promover la construcción de una sociedad en paz, más justa e incluyente.
Una fecha para la memoria y la solidaridad
El 9 de abril fue escogido en honor al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, un hecho que marcó un punto de inflexión en la historia del país y que, según muchos historiadores, representa uno de los detonantes del conflicto armado prolongado que Colombia ha vivido durante más de medio siglo.
Este día se convierte en una ocasión para que los ciudadanos expresen su solidaridad con las víctimas, reconozcan su dignidad y fortaleza, y valoren su papel fundamental en los procesos de reconstrucción del tejido social y en la búsqueda de la reconciliación.
El papel de la Unidad para las Víctimas
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Unidad para las Víctimas) desempeña un rol clave en esta fecha. Como entidad del Estado, su misión es liderar y coordinar acciones para reparar integralmente a quienes han sido afectados por hechos victimizantes como el desplazamiento forzado, homicidios, desapariciones forzadas, violencia sexual, entre otros.
En el marco del 9 de abril, la Unidad organiza y acompaña actos conmemorativos, foros, jornadas culturales y pedagógicas en todo el país, en articulación con organizaciones sociales, víctimas, entidades territoriales y organismos internacionales.
Estos espacios permiten visibilizar las historias de vida, la resistencia y la esperanza de las víctimas, así como fortalecer los procesos de memoria histórica que contribuyen a la no repetición del conflicto.
Las víctimas como protagonistas
Más allá del dolor, las víctimas han demostrado ser agentes de transformación social. Su participación activa en escenarios de justicia transicional, en procesos de paz, y en iniciativas de memoria, verdad y reconciliación, ha sido fundamental para avanzar hacia una paz sostenible.
El Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad no es solo un recordatorio del pasado, sino un llamado a mirar al futuro con responsabilidad, reconociendo que solo a través del reconocimiento del daño, la reparación integral, y el fortalecimiento de la democracia, se podrá construir un país verdaderamente en paz.
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