Nuestro reconocimiento a las mujeres y los hombres que hacen de su empleo no solo una actividad de sustento sino además un acto de servicio.
El Día del Trabajo supone además de una
conmemoración una oportunidad de reflexión sobre el camino recorrido en materia
de trabajo decente y los
principales desafíos para la protección y efectividad de derechos individuales
y colectivos en el trabajo.
En
Colombia, la informalidad en el trabajo, es decir el trabajo sin derechos ni
protección social, alcanza el 65%
de la población ocupada para quienes se niega la estabilidad en el trabajo, el
acceso al conjunto de garantías del sistema de seguridad social, y el derecho
de sindicalizarse.
De
la misma forma, sólo el 30% de la población ocupada cuenta con cobertura y
cotiza al sistema general de pensiones para el
cubrimiento de los riesgos de invalidez, vejez y muerte al tiempo que tan sólo
el 6,3% se encuentra afiliado a un sindicato.
El
sistema laboral en nuestro país se caracteriza por la informalidad que se ve favorecida por los esquemas de
tercerización laboral que fragmentan la responsabilidad patronal y erosionan la
libertad sindical, cuyo esquema de regulación debe ser rediseñado como efecto
de la reciente derogatoria del decreto 583 de 2016 que habilitaba la
tercerización de actividades misionales a través de Cooperativas de Trabajo
Asociado a pesar de las prohibiciones contenidas en la Ley 1429 de 2010.
Las
restricciones a la libertad sindical en el contexto de adversidad al ejercicio
de los derechos de asociación, negociación y huelga evidencian la necesidad de
redefinir el alcance de los derechos colectivos como esquema de protección y
promoción de la libertad sindical, a través de la adopción de un instrumento
internacional que regule el derecho de huelga,
la habilitación reglamentaria de la negociación sectorial, y la definición de
servicios mínimos para el ejercicio de la huelga de acuerdo a los criterios
fijados por el Comité de Libertad Sindical de la OIT.
Mirando hacia adelante
El Grupo de Trabajo seguirá
facilitando el aprendizaje mutuo y profundizando un análisis compartido sobre
los desafíos comunes y las estrategias innovadoras que los movimientos sociales
y las organizaciones de base han empleado para promover la justicia social y
económica a través de los derechos humanos. Mediante el fortalecimiento de las
protecciones de los derechos humanos relacionados a la tierra, la vivienda y
los medios de vida; la promoción del liderazgo de las mujeres y la coordinación
de esfuerzos para afrontar con eficacia las fuerzas globales comunes que
alimentan la desposesión, el empobrecimiento y la desigualdad en sus múltiples
formas, el Grupo de Trabajo de Movimientos Sociales de la Red-DESC está
trabajando, en colaboración con muchas otras organizaciones y líderes, para
construir un movimiento global para hacer que los derechos humanos y la
justicia social sean una realidad para todos.
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