¡Bogotá es un destino con mucho por descubrir! Más allá de ser una metrópoli, la capital permite conocer lugares que preservan su valor patrimonial, natural y tradicional. Aproximadamente el 70% de la extensión de la ciudad (cerca de 122.000 hectáreas) corresponden a territorio rural; una cifra que expone nuestra mayor herencia: la cultura campesina.
En la capital colombiana concebimos el turismo rural como una alternativa económica para cientos de familias campesinas; como una herramienta que exalta la labor de la mujer en la ruralidad; como un instrumento de paz que vincula a la población en el marco del posconflicto; y como un elemento que permite conservar, generar conciencia y cuidar cada escenario natural.
El turismo rural es un espacio de reconexión con el tejido social y las raíces más profundas de la ciudad. Hacer turismo rural en Bogotá es entrar en contacto con las plantas, los frutos, los animales y la cultura propia del campo; es sembrar, arar, ordeñar, tejer, aprender y saber. Así, queremos invitarte a reconocer aquí la riqueza de nuestra tierra, a recuperar las tradiciones y revivir los saberes del pasado en el presente.
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