Regular redes sociales para frenar el discurso de odio: ONU
Con una declaración detallada, más de dos docenas de expertos independientes en derecho humanos designados por la ONU, incluidos representantes de tres grupos de trabajo diferentes y múltiples relatores especiales, instaron a los directores ejecutivos de plataformas sociales como Meta (antes Facebook) y Twitter a trabajar más en su Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en medio de la batalla contra el creciente discurso de odio en línea.
Los representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresaron una fuerte preocupación por regular redes sociales e informaron que, tan solo tras el reciente cambio de liderazgo de Twitter —por parte del CEO de Tesla Inc.—, se registró un aumento del uso de la expresión racista «nigger» —negro, un término peyorativo y extremadamente ofensivo para personas afrodescendientes—. Y, añadieron que estas expresiones socavan los esfuerzos hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por lo que ameritan una respuesta urgente de los líderes empresariales centrada en los derechos humanos.
Gigantes de las redes sociales deben dar un paso adelante contra el odio
Si bien no existe una definición jurídica internacional del discurso de odio, la descripción de lo que constituye resulta polémica y controvertida. La ONU lo considera como «cualquier forma de comunicación de palabra, por escrito o a través del comportamiento, que sea un ataque o utilice lenguaje peyorativo o discriminatorio en relación con una persona o un grupo sobre la base de quiénes son —esto incluye su religión, origen étnico, nacionalidad, color de piel, ascendencia, género u otro factor de identidad—».
En este contexto, la organización internacional y sus aliados señalaron con anterioridad las implicaciones que tiene el discurso de odio para la estabilidad social y la paz. Sin embargo, el hecho de que esté siendo explotado y difundido a través de las plataformas sociales, cuyo alcance es exponencial, lo ha vuelto un arma peligrosa contra grupos minoritarios, migrantes, personas racializadas, refugiados, mujeres y cualquiera llamado «otro».
Por ello, resulta relevante que los propietarios de dichas plataformas: el nuevo multimillonario propietario de Twitter, Elon Musk; Mark Zuckerberg de Meta; Sundar Pichai, quien dirige la empresa matriz de Google, Alphabet; Tim Cook de Apple; y otros directores ejecutivos asuman que sus negocios se deben centrar en los derechos humanos, la justicia racial, la rendición de cuentas, la transparencia y, en general, en la RSE.
«Respetar los derechos humanos es de interés a largo plazo para estas empresas y sus accionistas».
Expertos asignados por la ONU.
Regular redes sociales para defender derechos humanos
De acuerdo con los especialistas designados por la ONU, el aumento en el uso de la expresión racista «nigger» en Twitter es evidencia del fracaso corporativo para regular redes sociales frente al discurso de odio. Por ello, también es una preocupación que se expande a otros gigantes de redes sociales como Meta.
Asimismo, los expertos también afirmaron que, a pesar de que algunas empresas declararon no permitir el discurso de odio, existe una clara brecha entre las políticas establecidas y los resultados reales. En respuesta a muchas quejas sobre esta situación en Meta, en 2020, la plataforma dio un paso significativo con el establecimiento de una Junta de Supervisión.
Dicho grupo de expertos está compuesto por diversas áreas de especialización designadas para «promover la libertad de expresión al tomar decisiones independientes y basadas en principios con respecto al contenido en Facebook e Instagram», emitiendo recomendaciones sobre la política de contenido empresarial de Facebook correspondiente.
Sin embargo, los especialistas de la ONU señalan que la efectividad de la Junta de Supervisión solo se puede ver a largo plazo y requerirá un compromiso continuo en los niveles más altos de las redes sociales para revisar y modificar sus mecanismos para abordar la incitación al odio racial en línea.
«Existe el riesgo de que la arbitrariedad y los intereses de lucro se interpongan en la forma en que las plataformas de redes sociales se monitorean y regulan a sí mismas».
Expertos asignados por la ONU.
La libertad de expresión también es responsabilidad social
Tras la declaración particular sobre libertad de expresión de Musk durante la adquisición de Twitter: «Estoy en contra de la censura que va más allá de la ley. Si la gente quiere menos libertad de expresión, que le pidan al gobierno que apruebe leyes al respecto y sus anuncios de cambiar las reglas del juego en la plataforma a favor de la libertad», el alto comisionado de la ONU para los Derechos humanos Volker Türk se apresuró a responder al magnate.
«La libertad de expresión no significa un pase libre para difundir desinformación maliciosa que resulta en daños en el mundo real».
Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos
Y añadió que la ley de derechos humanos es clara al señalar que la libertad de expresión se limita al odio que incita a la discriminación, la hostilidad o la violencia: «Vemos con demasiada frecuencia que la propagación del odio y el discurso de odio contra los afrodescendientes y otros grupos no solo socava sus derechos sino que también crea grandes fisuras en las sociedades. Las cuales son cada vez más difíciles de superar y constituyen una fuente de diversas formas de desestabilización dentro de los países».
«Como todas las empresas, Twitter necesita comprender los daños asociados con su plataforma y tomar medidas para abordarlos. El respeto por nuestros derechos humanos compartidos debería establecer las barandillas para el uso y la evolución de la plataforma».
Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Liderazgo responsable al regular redes sociales
Los expertos independientes de la organización internacional mencionaron que el hecho de permitir y tolerar la incitación al odio y la expresión, o la apología del odio, contra las personas de ascendencia africana y otros grupos marginados «no solo alienta a los perpetradores, sino que también es una fuente continua de estrés y trauma crónicos basados en la raza». Esto es especialmente relevante si se considera que gran parte del grupo poblacional juvenil vive una parte importante de sus vidas en línea, señalaron.
«Si se abordan, estos pueden ser factores determinantes para construir un futuro positivo tanto en línea como fuera de línea».
Expertos asignados por la ONU.
Dado que la presencia del discurso del odio socava aún más la confianza de las personas afectadas, en el uso de las redes sociales y la búsqueda de justicia, los dueños de estos gigantes sociales no solo deben abordar la moderación de contenido, sino también cuestiones más profundas al regular redes sociales, para promover la tolerancia, la rendición de cuentas por los abusos, y la construcción de comunidades menos racistas y divisivas.
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