Territorio

Un cuidador de carros que decidió compartir su toque secreto en el curso de manipulación de alimentos

Por: Martha Aguilar 

• Walter Velazco es uno de los 32 ciudadanos que se inscribieron al curso de Manipulación de Alimentos que hace parte del eje de ampliación de capacidades del proyecto de habitante de calle de la Secretaría de Integración Social en Usaquén.
• Con esta formación se busca potenciar las capacidades y habilidades como herramientas para una inclusión social en Bogotá.

 Al Centro de Desarrollo Comunitario de la Subdirección Local de Usaquén acudió Walter Velazco, una persona que se dedica al cuidado diario de los carros parqueados en las calles de esta localidad, a recibir el curso de Higiene y Manipulación de Alimentos.

Este curso, dictado por el SENA, fue para 32 ciudadanos habitantes de calle del proyecto Implementación de Estrategias y servicios integrales para el abordaje del fenómeno de habitabilidad en calle en esta localidad, al norte de la ciudad.

Tras recibir atención en una jornada de autocuidado personal en la sede de la Secretaría de Integración Social en Usaquén, Walter se enteró de la oferta de formación en el curso de cocina y tomó la decisión de inscribirse a lo que él consideró una oportunidad para retomar su pasión por este oficio, que años atrás practicó junto a su familia, y busca mejorar sus técnicas en la preparación de alimentos.

Cachivacheros, carreteros, vendedores informales y trabajadores flotantes de algunos sectores de la localidad de Usaquén hicieron parte de este grupo de personas que asistieron a tomar estas clases, las cuales se convierten en una herramienta de inclusión social y laboral y, una alternativa que aporta a procesos de recuperación personal.

Esta formación hace parte del componente de Desarrollo y Ampliación de Capacidades del proyecto que ofrece atención a las y los ciudadanos habitantes de calle, con espacios y oportunidades para que las personas potencien sus capacidades y proyecten alternativas de emprendimientos personales y un cambio de vida.

 “Venimos a este curso que nos dictan a los habitantes de calle para aprender algo nuevo, no todo es calle porque algunos tenemos principios para cocinar; nos han enseñado la limpieza, la higiene y todo eso, siempre me ha gustado la cocina y es genial preparar alimentos, uno tiene su toquecito secreto en la cocina”, destacó Walter, quien con el dinero de su trabajo informal de día y algunas veces de noche, vive en una pequeña pieza, compra sus alimentos y sufraga sus gastos personales.

Su sueño es retomar la preparación de alimentos con la técnica aprendida en este encuentro gastronómico en el que los participantes recibieron formación por más de 10 horas de capacitación en temas como: evitar la contaminación cruzada de los alimentos, enfermedades de trasmisión en ambientes de cocina, higiene nutricional, bioseguridad, limpieza, desinfección, entre otros.                    

 

Ana María Torres, integrante del equipo de atención a la población habitante de calle, resaltó cómo la formación en estos aspectos le abre posibilidades a este grupo de habitantes de calle: “El curso de Higiene y Manipulación de Alimentos se hizo para desmitificar aquello que se piensa y es que estas personas no pueden hacer oficios o actividades como cualquier otro, en este caso cocinar. Además, es una forma de evidenciar sus destrezas y capacidades para que se reencuentren con su talento, se entusiasmen y decidan ver en este curso una oportunidad de emplearse y darle un cambio a sus vidas”.

Para dar por clausurado el curso, los participantes cerraron con actividades en la cocina del CDC y la preparación de los alimentos de sus preferencias, cumpliendo con los conocimientos aprendidos y aplicando las normas para la manipulación de los productos, además de poder compartir espacios con otras personas que en su cotidianidad no tienen mucho acceso.

Dentro del eje de Ampliación y Desarrollo de Capacidades del proyecto habitante de calle de Subdirección Local para la Integración Social de Usaquén tiene previsto implementar otros espacios de formación para esta población, como capacitación básica en sistemas, elaboración de productos de aseo, artesanías entre otros, y así generar procesos de fortalecimiento de las destrezas y habilidades con inclusión social y laboral.