miércoles, 26 de agosto de 2020

Medio Ambiente

Es hora de aprovechar hasta el último desperdicio

Expertos dan las claves para hacer compostaje en casa.
Compost
Cáscaras, semillas, tallos o raíces de frutas y verduras que siempre deben estar crudos son ideales para hacer abono orgánico.
Por: Pilar Bolívar
Semanalmente, 15 toneladas de cáscaras de frutas, semillas, raíces, restos de vegetales crudos, servilletas de papel y cartón son convertidos en abono natural de la mano de Más Compost, la organización que desde el 2018 recolecta los residuos orgánicos de 1.133 familias bogotanas que se han unido para transformar lo que se descarta de sus fogones en recursos.
Más allá de que ‘la basura esté de moda’, el auge de esta práctica evidencia el interés por la vigilancia de los residuos. La conciencia de que las acciones individuales pueden impactar de manera positiva se está viralizando y lo demuestra el incremento de 446 por ciento que, en el 2019, tuvieron las búsquedas en redes sociales como Pinterest de ideas fáciles para reducir el desperdicio en casa, siendo el compostaje (elaboración de abono orgánico) el nuevo eslabón de la cadena ecológica en casa.

“Hay un boom en el compostaje casero y en otros temas asociados como las huertas caseras, el reciclaje, el consumo responsable y el apoyo al pequeño productor y no es tema de una generación o un estrato social; es un cambio de conciencia y un hábito en construcción”, asegura Camila Posada, fundadora de la iniciativa @Vivaracha.compost, para quien este tipo de procesos reconecta con otras prácticas naturales. “Es una circularidad en la que retornas el residuo a la tierra para nutrirla y generar nuevas siembras, tus propios alimentos”, explica Jessica Rivas, cofundadora de Más Compost.
¿Qué necesita para compostar en casa?
Paciencia. Según Rivas, antes de elegir el espacio o el recipiente de recolección, debe “tener la intención de seguir un proceso que necesita tiempo, constancia y amor”.

Un espacio. Ventilado (no necesariamente una azotea o un patio), con una ventana o rejilla de ventilación cerca pero que no le caiga agua directa.

Una compostera. Puede ser un balde de plástico o una vasija u olla de barro que no supere los 35 centímetros de altura. “Si se acumula peso será complejo realizar el volteo, que evita que se cree una especie de lodazal”, agrega Rivas.

Un recipiente en la cocina. Tenga un minirrecolector a mano para poner en su interior los residuos durante la preparación de los alimentos.

Tijeras. Le permitirán cortar en trozos lo más pequeños posibles los residuos que llevará a su compostera.(También: Simples consejos para hacer de su casa un hogar sostenible)

Compost

Composteras en torre, ideales para optimizar el espacio en casa. Además de higiénicas, son un buen recurso decorativo.
Foto: 
@vivaracha.compost
Paso a paso
Construya un colchón de material seco picado (papel, cartón y/o aserrín) de 10 a 15 centímetros que absorba el exceso de líquidos que comúnmente sueltan los residuos cuando comienzan su proceso de descomposición.

Sobre ese colchón, ponga una capa de residuos y mezcle con la ayuda de un guante las dos partes, de tal forma que quede un apanado.

Cubra con más material seco picado, para evitar que los moscos sobrevuelen.

Cada tercer o cuarto día, destape su compostera y aliméntela con nuevos residuos orgánicos, mezcle y vuelva a cubrir con más material seco. Repita el proceso, hasta que se llene su compostera.(Lea:Cantidad de plástico en el Atlántico es 10 veces mayor de lo estimado)
Lo que cabe y lo que no cabe
Lo natural. Para cerrar el ciclo del alimento, se composta lo que viene de la tierra y puede volver a ella. Pregúntese de dónde viene el recurso que tiene en la mano. “¿Es de una fibra natural, tiene procesos de transformación o sus componentes son naturales?”, explica Rivas.

Residuos orgánicos. Cáscaras, semillas, tallos o raíces de frutas y verduras; también las que se dejaron perder o los cereales que se cayeron al suelo. Pero siempre deben estar crudos.

Material orgánico seco. Aserrín, periódicos, papel, cubetas de los huevos, el cartón del papel higiénico, de las servilletas de cocina o el del papel aluminio, y servilletas de papel.

Sobras de alimentos cocidos. No, si es un proceso de compostaje casero. Estos atraen moscos y malos olores. Si es un proceso a gran escala, en el que la compostera tendrá mucho espacio de ventilación, sí caben los residuos de alimentos de origen vegetal cocidos.
¿Cómo saber si lo está haciendo bien?
Cada proceso es único; “no todas las familias se alimentan igual ni hacen los volteos con la misma frecuencia”, asegura Jessica Rivas, quien nos da algunas claves:

Lama blanca. Es el primer hongo que aparece e indica que la temperatura es ideal para la fauna microbiana que transformará los residuos. Puede ser verde, azul o blanco.
Temperatura. Cuando haga el volteo, debe sentirse tibio (no caliente).

Humedad. Al voltear, no se debe sentir empozado; si esto sucede, ponga más residuo orgánico seco. Si, por el contrario, nota que está seco, ponga más material fresco.

Olor. Un proceso de compostaje no fermenta ni pudre, simplemente transforma y por ello el olor durante las tres primeras semanas es similar al de una frutería.

Ácaros. No se asuste si aparecen en su compostera; estos ayudan a descomponer los residuos más grandes. Ese es su ecosistema y no saldrán de ahí.

45 días. El tiempo que toma el proceso de compostaje. Notará que está listo cuando el olor sea a tierra y los residuos no sean visibles.
Qué hacer con la tierra?
Un hogar, en promedio, genera entre 7 y 15 kilos de residuos orgánicos a la semana; y tras 45 días de transformación se producirán aproximadamente 3 kilos de abono suficiente para embellecer y alimentar las plantas del hogar y una huerta casera, hasta por seis meses. También se puede echar al árbol de la calle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fechas de los Festivales al Parque 2024!

  ¡Distrito anuncia fechas de los Festivales al Parque 2024! Bogotá D.C., 6 de mayo de 2024. El alcalde Mayor, Carlos Fernando Galán, en com...