12 ejemplos de exclusión social
Aunque en origen el concepto sirvió para designar vagamente a las personas pobres, en la actualidad son muchos los ejemplos de exclusión social, abarcando a aquellos que, por diversas circunstancias, se ven marginados y desprotegidos, sin recibir prestaciones estatales.
Con el tiempo, la exclusión social se expandió, abarcando categorías y sectores más amplios, en particular debido al desempleo y las formas precarias de trabajo. Por lo que este fenómeno, lejos de ser estático, se ha convertido en un problema dinámico y multidimensional. Pero ¿en qué consiste exactamente?
¿Qué es la exclusión social?
La exclusión social se refiere al proceso mediante el cual individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven. Se manifiesta en tres planos:
- Económico: Ingresos insuficientes y empleo inseguro.
- Social: Ruptura de lazos sociales y marginación.
- Político: Carencia de poder e incapacidad de participación en decisiones.
Estos factores tienen impactos negativos en diferentes aspectos del desarrollo humano, no solo en términos materiales. Puesto que pueden contribuir a la perpetuación de la pobreza, afectar la cohesión social y tener implicaciones para la salud y el bienestar. Además, las dimensiones económicas, sociales y políticas de la exclusión están interrelacionadas y pueden reforzarse mutuamente.
Además, todos los ejemplos de exclusión social presentes en las sociedades pueden obstaculizar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) al socavar la equidad, la justicia social y la participación inclusiva. Por lo que abordar la exclusión es esencial para construir sociedades más equitativas y sostenibles. Lo cual se puede lograr mediante acciones como:
- Políticas de inclusión: Desarrollar políticas que fomenten la integración social y económica de los grupos excluidos.
- Iniciativas de empleo: Crear programas que proporcionen oportunidades de empleo y formación.
- Fortalecimiento social: Promover la construcción y mantenimiento de lazos sociales y comunitarios.
- Acceso a derechos: Garantizar el acceso equitativo a derechos civiles y políticos para todos.
- Empoderamiento: Facilitar el empoderamiento de los individuos y comunidades para participar activamente en decisiones que afectan sus vidas.
Todo ello a través de un enfoque multidimensional, que permita tratar cada situación de manera integral, considerando sus múltiples dimensiones de la desigualdad.
Ejemplificando este fenómeno
1. Desempleo de larga duración
El desempleo de larga duración se refiere a la situación en la que individuos buscan empleo durante más de un año sin éxito. Se trata de uno de los ejemplos de exclusión social más preocupantes, ya que afecta no solo la estabilidad económica de las personas, sino también su integración en la sociedad.
Desde una perspectiva económica, este desempleo prolongado conduce a la obsolescencia del capital humano y a la pérdida de competencias, dificultando la reintegración laboral debido al desajuste de habilidades con las demandas del mercado. Mientras que socialmente, el desempleo de larga duración se asocia con la pobreza, el aislamiento y la exclusión, siendo un factor contribuyente al deterioro de la salud mental de los afectados.
2. Personas sin hogar
La situación de calle describe la condición de diversas personas, como niños, jóvenes, adultos y familias, que viven sin hogar y dependen de recursos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. Este fenómeno ejemplifica la exclusión social, ya que aquellos en esta situación suelen carecer del apoyo necesario de familiares, instituciones y la sociedad en general.
Además, la diversidad de perfiles, que incluye problemas de salud, adicciones y discapacidades, resalta la complejidad del problema. Puesto que la falta de atención y cuidado social contribuye al abandono social, afectando negativamente el bienestar físico, psicológico y emocional de quienes viven en la calle.
3. Inmigrantes indocumentados
Los desafíos que enfrentan las personas migrantes ilegales son también ejemplos de exclusión social. Muestra de ello son la estigmatización y la xenofobia en los países receptores, a menudo amplificadas a través de las redes sociales y los medios de comunicación, contribuyen a actitudes discriminatorias y, en algunos casos, a acciones violentas que ponen en peligro la integridad de los migrantes.
Además, el estatus irregular de los viajes aumenta el riesgo de trata de personas y abusos, especialmente para mujeres y niños, quienes enfrentan amenazas de explotación, abuso y violencia de género.
4. Discapacidad y exclusión
La exclusión social de personas con discapacidad se manifiesta de diversas maneras, desde procesos de inclusión percibidos como «ficticios y asistidos» hasta la estigmatización histórica que las relega a espacios exóticos o de caridad. Además, la sociedad tiende a negar la calidad de sujetos independientes a estas personas, forzándolas a una adaptación que implica la negación de sus propias necesidades.
Por otro lado, las dificultades en el acceso a la educación y al trabajo contribuyen a su exclusión de los sistemas funcionales. Incluso, la sobreprotección conduce a la segregación de estas personas al negarles su autonomía, normalizando la dependencia.
5. Violencia doméstica
Las víctimas de violencia doméstica viven uno de los ejemplos de exclusión social más arraigados en la inequidad de género y la discriminación, ya que se vincula con desequilibrios históricos y estructurales de poder entre sexos presentes en diversas comunidades a nivel mundial.
Esta falta de poder y control de las mujeres, junto con las normas sociales que prescriben roles específicos para hombres y mujeres, consienten el abuso y generan inequidades en distintas esferas de la vida. Factores como la dependencia económica, limitadas oportunidades de ingresos, y la discriminación legal en temas como matrimonio y custodia de menores aumentan el riesgo de abuso y explotación.
Además, la falta de sanciones para perpetradores, bajos niveles de concientización y la presencia de barreras legales y políticas contribuyen a la exclusión social de las víctimas de violencia doméstica.
6. Brechas educativas
Las brechas educativas impactan el acceso y la calidad de la educación. Desde limitaciones en infraestructuras hasta barreras económicas que hacen de la educación un lujo inalcanzable para muchas familias, estas inequidades contribuyen a perpetuar la pobreza y la exclusión social.
Factores como el fracaso escolar, la baja calidad educativa, y las desigualdades de género y de inclusión profundizan estas brechas, afectando a niños, niñas y jóvenes y dificultando su salida del círculo de la pobreza.
7. Ancianos solitarios
Las personas adultas mayores pueden sufrir maltrato y abandono, tanto por parte del gobierno como por sus propias familias. La falta de atención y cuidado afecta negativamente su bienestar y calidad de vida.
Esto se exacerba debido a la pobreza multidimensional, la falta de ingresos suficientes y las condiciones de vida precarias. Lo cual contribuye a generar uno de los peores ejemplos de exclusión social.
8. Discriminación racial
La discriminación racial se manifiesta a través de distinciones basadas en motivos de “raza”, creando barreras para la participación plena de ciertos grupos en la sociedad. A pesar de los avances sociales, persiste a nivel global, desde expresiones cotidianas hasta casos más graves como crímenes de odio.
Prevenir esta discriminación comienza en la educación, enseñando a los niños sobre la igualdad en un mundo diverso. Lo cual es fundamental porque este fenómeno no solo afecta a quienes son directamente objeto de discriminación, sino que también empobrece la diversidad cultural y perpetúa la injusticia social.
9. Marginación étnica
La marginación étnica es también uno de los ejemplos de exclusión social más graves, ya que se origina cuando una parte de la sociedad considera que ciertas tradiciones, creencias, costumbres o hábitos de un grupo étnico son inferiores a los de otros.
Este tipo de discriminación cultural se manifiesta en el trato diferenciado hacia individuos o comunidades basado en su identidad étnica, llevando a la exclusión y a veces incluso a malos tratos. Por lo que contribuye a la creación de barreras que impiden la plena participación de estos grupos en la sociedad, afectando su bienestar psicológico y social..
10. Juventud en riesgo
La juventud enfrenta la exclusión social en diversos contextos, donde factores como la falta de empleo estable, viviendas precarias y la ausencia de oportunidades limitan sus posibilidades de transicionar a la vida adulta de manera independiente.
Durante crisis económicas y pandemias, este grupo demográfico suele enfrentar dificultades adicionales, comprometiendo sus trayectorias laborales y vitales. Lo cual impacta especialmente en aquellos sin experiencia laboral o estudios.
11. Diferencias de género en el empleo
Las diferencias de género en el trabajo son parte de los ejemplos de exclusión social, ya que evidencian los desequilibrios y desafíos significativos para las mujeres en el ámbito laboral. A pesar de los avances, persisten disparidades en el acceso al empleo y las condiciones laborales.
De acuerdo con Brecha de Empleo, un indicador desarrollado por la OIT, las mujeres enfrentan mayores dificultades para encontrar trabajo en comparación con los hombres. Puesto que las responsabilidades familiares, incluido el trabajo de cuidados no remunerado, afectan de manera desproporcionada a las mujeres, limitando su disponibilidad para trabajar y su participación en la fuerza laboral.
12. Pobreza infantil
La pobreza infantil afecta a niñas y niños de manera desproporcionada y sistemática, siendo la principal causa de la violación de sus derechos fundamentales. Por lo que va más allá de la dimensión económica e impacta en la dignidad, la autoestima y las libertades individuales.
Además, sus consecuencias son devastadoras, privando a niñas y niños del derecho a la vida, educación, atención sanitaria, agua potable, alimentación, refugio y seguridad. Por lo que crea un círculo vicioso, ya que los niños nacen en entornos de pobreza y enfrentan obstáculos significativos en su desarrollo físico, mental, emocional, cultural, social, familiar y espiritual.
Frente a este panorama, es crucial adoptar enfoques integrales de protección social que aborden la vulnerabilidad y promuevan la equidad. Superar la exclusión implica no solo garantizar el acceso a servicios básicos, sino también abordar las causas subyacentes de la exclusión, como la falta de oportunidades, la discriminación y la fragmentación de las comunidades.
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