¿Cómo hacer trajes de baño sostenibles?
Año con año, millones de microplásticos invaden las aguas marinas y ponen en riesgo los ecosistemas que en ellas descansan. Un tercio de estas partículas provienen de fibras textiles, sin contar las toneladas de prendas fast-fashion desechadas que han convertido a la industria de la moda en la segunda más contaminante. Por ello, es indispensable buscar alternativas a nuestras vestimentas como lo son los trajes de baño sostenibles.
Y es que la ropa para agua suele tener una composición compleja, debido a que requiere de ciertas especificaciones por el uso que se da. Es por ello, que en su realización se utilizan, sobre todo, materiales sintéticos que son casi imposibles de reintegrarse o reciclarse.
Aunque la necesidad por bañadores no va a desaparecer, lo cierto es que se puede mitigar el impacto de estas indumentarias, por lo que aquí te presentamos la forma en la que se pueden hacer trajes de baño sostenibles, minimizando el impacto ambiental. ¡Conoce los detalles!
Ropa vs. el medio ambiente
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Fundación Ellen MacArthur, cada año llegan al mar medio millón de toneladas de fibras sintéticas, provenientes en su mayoría del sector textil. Estos tejidos suelen ser más contaminantes que las botellas, ya que son casi imposibles de extraer del agua.
Pero ni siquiera es el mayor impacto de la moda, puesto que este ámbito produce 10% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel global. Aunado a ello, tiene una huella hídrica de 93 mil millones de metros cúbicos por año, cantidad que podría satisfacer la demanda de 5 millones de personas.
Asimismo, el poco avance de las empresas dedicadas a los textiles, en cuanto a innovaciones más ecológicas agrava la situación. Además, con la aparición de compañías de fast fashion con la posibilidad de mercadear de manera digital, con precios accesibles y facilidades de envío, los residuos de la industria textil han incrementado su presencia en distintos ecosistemas. Basta con ver la acumulación que existe en un desierto en Chile.
Por lo que apostar por alternativas a las prendas es hoy una manera de subsanar todo este impacto. En este sentido, los trajes de baño sostenibles pueden ser parte de estas soluciones, que además de generar menos desechos puede sensibilizar a los consumidores en el cuidado medioambiental.
4 acciones para conseguir trajes de baño sostenibles
Como ya se ha mencionado, implicar una visión ecológica en cuanto a la ropa que se adquiere y se produce es fundamental para evitar que esta afecte a nuestros ecosistemas. Por ello te contamos cómo se pueden hacer trajes de baño sostenibles, de acuerdo con The Guardian:
1. Elegir opciones ecológicas
Las prendas para el agua deben contar con elasticidad y poca resistencia al agua, un aspecto que los tejidos orgánicos no poseen, por lo que dentro de su composición predominan los materiales sintéticos, que son grandes contaminantes. Lamentablemente, las opciones más ecológicas también los requieren, pero en menor cantidad.
Por ello, una forma de hacer trajes de baño sostenible es elegir marcas que apuesten por integrar insumos orgánicos y reciclados, como los derivados del bambú o fabricados con redes de pesca o botellas de reúso. Aunado a esto, es importante revisar que el producto cuente con certificaciones sobre su sostenibilidad.
Algunas de ellas son la de Recycled Claim Standard (RCS) y la Global Recycled Standard (GRS). Las cuales garantizan que se están utilizando elementos reciclados y que se elaboran de manera responsable.
2. Inclinarse hacia la calidad
Algunos de los aspectos más importantes para los trajes de baño sostenibles están en la cadena de suministro que conlleva su elaboración, por lo que los clientes deben tener claro que están adquiriendo, no solo un producto, sino un proceso amigable y con repercusiones menores. Algunas de las insights para reconocer esto están en:
- Teñidos ecológicos, ya que este procedimiento representa el 20% de las aguas residuales a nivel mundial.
- Empaques compostables. Los empaques son un grave problema de contaminación, dado que suelen ser desechados al momento.
- Energía renovable. Como se sabe, la energía de origen fósil es problemática, por lo que buscar empresas que usen fuentes limpias es un aporte importante a mitigar los daños colaterales.
- Telas de mayor calidad. Invertir en un buen bañador es importante porque reduce el desecho y la compra de uno nuevo
También es importante investigar sobre la compañía de la que proviene la prenda, indagar sus métodos de producción, el trato a maquiladores y el uso de productos químicos en la creación de sus piezas.
3. Apostar por el consumo responsable
Al momento de elegir un traje de baño, los consumidores conscientes son clave para generar sostenibilidad en este tipo de vestimenta, cuya reintegración es compleja. Por ello, es indispensable conseguir una pieza que tenga altos estándares de durabilidad y un diseño atemporal.
Es así que las compañías productoras pueden hacer esfuerzos por innovar en las telas y accesorios, haciéndolos más resistentes, dando la oportunidad a los clientes de acceder a un artículo perdurable, que vaya más allá de la efervescencia momentánea. En este punto, el criterio de quien adquiera un traje de baño es otro factor que contribuye positivamente.
Lo anterior puede hacerse de una manera muy sencilla: eligiendo colores sobrios y atemporales, así como seleccionando marcas que estén comprometidas con la excelencia y la calidad o que tengan medidas para gestionar sus productos tras su vida útil.
4. Atender las indicaciones de uso
Una manera de minimizar los desechos de cualquier tipo de artículos es mantener los cuidados recomendados para su uso. En el caso de los trajes de baño sostenibles, cuidar la forma en la que se lavan y se conservan puede contribuir de manera benéfica al planeta y a la perdurabilidad de la prenda.
Por ejemplo, utilizando bolsas de lavado especiales, se puede reducir el riesgo de que desprendan algún microplástico de manera directa a los mantos acuíferos. Y es que esto es una cuestión importante si se considera que las microfibras se extienden en el agua y pueden ser consumidas por animales.
RSE y RSI al vestir
39 mil millones de toneladas de ropa son desechadas al año, lo que ha convertido a la industria del vestir en una de las menos sostenibles. Junto con ello, la falta de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), —entendiendo esta como una visión de negocios en las que compañías entienden e implementan estrategias para aminorar sus impactos—, dentro del nicho, marca la ruta de un consumo desmedido.
Y, aunque grandes marcas como Nike, Timberland o Patagonia trabajan por incluir diseños y materiales más amigables, lo cierto es que hay más con prácticas desgastantes, como el gigante SHEIN, que vende millones de prendas, que suelen ser desechadas de manera continúa.
Si bien, las grandes organizaciones tienen mucho que hacer, de igual forma, los consumidores deben asumir su Responsabilidad Social Individual (RSI), que implica el estar conscientes de las repercusiones que tienen sus acciones. Por este motivo, ya sea eligiendo trajes de baño sostenibles o midiendo y analizando sus compras, pueden generar una verdadera transformación.
Si la demanda exige mejores procesos, las corporaciones se verán obligadas a transitar hacia mejores mecanismos. Así que, para enfrentar el daño al medio ambiente, se requiere de una sinergia entre la producción y el consumo responsables.
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