Rock al Parque cierra su edición 29 consolidando a Bogotá como capital musical de Latinoamérica
Con una clausura vibrante este 23 de junio, la edición 29 de Rock al Parque baja el telón tras varios días cargados de potencia sonora, diversidad artística y encuentros inolvidables. El festival, uno de los más emblemáticos de América Latina, no solo volvió a confirmar su lugar en el corazón de los amantes de la música, sino que reforzó su papel como motor cultural y económico para la ciudad.
Organizado por la Alcaldía Mayor de Bogotá y el Instituto Distrital de las Artes – Idartes, el evento gratuito reunió en esta versión a bandas de más de 10 países, creando un espacio de convergencia para sonidos del mundo y expresiones urbanas. Durante su programación, se vivieron conciertos multitudinarios, jornadas de encuentro para gestores culturales, ferias independientes y experiencias que trascendieron los escenarios.
Más allá de la música, Rock al Parque activa la economía local, impulsa el turismo, genera empleo temporal y fortalece la cadena de valor cultural de la ciudad. Desde el merchandising hasta el transporte, pasando por el arte gráfico, la gastronomía alternativa y el periodismo musical independiente, cientos de emprendedores encontraron en el festival una plataforma de visibilidad y crecimiento.
Asimismo, los artistas emergentes colombianos encontraron en esta edición una oportunidad invaluable para compartir escenario con grandes referentes del rock internacional, mostrando que la escena local está viva, evolucionando y lista para ser exportada al mundo.
Rock al Parque se despide este año dejando una estela de riffs, pogos, diversidad y memoria. Pero, sobre todo, nos recuerda que la cultura es un derecho y la música, un lenguaje que une. Bogotá no solo fue el epicentro de los decibeles: fue el corazón de una Latinoamérica que resiste, crea y canta en voz alta.
¡Hasta el próximo Rock al Parque!
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