5 consejos para noche de brujas sostenible
Halloween es la época más espeluznante del año. Sin embargo, mientras te preparas para enviar escalofríos a tus amigos y familiares, es posible que no hayas pensado mucho en la huella ambiental que oculta esta festividad.
Solo en el Reino Unido, cada año se tiran más de 8 millones de calabazas durante Halloween. Esto equivale a unas 18,000 toneladas de calabazas que se desperdician y que podrían haberse consumido. No obstante, se puede celebrar sin dañar al medio ambiente. Aquí te compartimos consejos para noche de brujas sostenible, de acuerdo con The Conversation.
5 consejos para noche de brujas sostenible
Halloween se ha convertido en una fuente de ingresos comercial, con estantes de tiendas repletos de disfraces de plástico, decoraciones electrónicas y desechables, y bolsas de dulces envueltos en plástico, la mayoría de los cuales terminarán eventualmente en los vertederos una vez que terminen las festividades.
Sin más preámbulo estos son los consejos para pasar un Hallowen responsable:
1. Qué hacer con tu calabaza
Tallar calabazas no es solo un problema debido al desperdicio de alimentos: una gran cantidad de recursos (incluido combustible para camiones y fertilizantes) se destinan a producir la montaña de calabazas que se utiliza durante Halloween.
Si planeas tallar una calabaza este año, asegúrate de tirarla en un contenedor de desperdicios de comida. Las calabazas que acaban en los vertederos emiten metano al descomponerse. El metano es un potente gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
Un mejor enfoque puede ser renunciar por completo a todo el asunto de la calabaza. En su lugar, considera invertir en una decoración reutilizable (preferiblemente una que no esté hecha de plástico) o crea tu propia creación espeluznante con algo que ya tengas en tu casa para colocar afuera de tu puerta.
Pero si aún quieres experimentar la diversión de tallar una calabaza, puedes aprovecharla horneando un pastel de calabaza, tostando sus semillas en el horno o simplemente asando gajos de calabaza como un bocadillo salado (incluso la piel es comestible).
2. Reduce la compra de productos nuevos
Las tiendas están repletas de adornos de Halloween. Sin embargo, muchas de estas decoraciones (desde brujas que cacarean hasta luces de murciélagos vampiros) son eléctricas. La fabricación de estos productos consume recursos sustanciales, incluyendo cantidades infinitas de cableado de cobre y algunos de los materiales más raros del planeta, como el lantano, un elemento que se encuentra en los televisores modernos, las lámparas de bajo consumo y las lentes ópticas.
Cuando estos adornos se tiran a la basura, contribuyen a la creciente crisis de residuos eléctricos. En 2019, la generación mundial de residuos eléctricos y electrónicos ascendió a unos 54 millones de toneladas, lo que equivale a unos 7.5 kg por persona. Se espera que esta tasa de generación aumente significativamente en el futuro.
Así que considera si realmente necesitas comprar uno producto nuevo. Es posible que descubras que ya tienes suficiente para transformar tu hogar en una casa encantada. Las luces navideñas, por ejemplo, podrían funcionar como una adición espeluznante a tu decoración de Halloween.
También puedes tener otras piezas antiguas que puedas convertir en algo adecuadamente espeluznante. A las muñecas viejas se les puede dar ropa nueva e inquietante hecha con retales de tela (aunque pueden ser bastante espeluznantes por sí solas). Y las botellas se pueden llenar con agua y unas gotas de colorante alimentario para hacer una colección de brebajes de brujas.
3. Deshazte del plástico de un solo uso
A todos nos gusta poder repartir dulces a los que hacen truco o trato. Pero los dulces suelen estar envueltos individualmente en plástico. Muchos plásticos de un solo uso no se reciclan y, como el plástico no se descompone de forma natural, puede permanecer en el medio ambiente durante cientos de años.
En lugar de golosinas envueltas en plástico, considera comprar algo envuelto en papel. Si tienes tiempo, tal vez puedas preparar tú mismo algunas golosinas para repartir.
4. Haz tu propio disfraz
La mayoría de los disfraces de Halloween que puedes adquirir están hechos de plástico. De hecho, una investigación de Hubbub, una organización benéfica ambiental, encontró que alrededor del 83% de los materiales utilizados para fabricar los trajes de temporada disponibles en 19 supermercados y minoristas del Reino Unido eran plástico.
Estos trajes no solo contribuyen a la acumulación de plástico en los vertederos, también son una fuente de microplásticos nocivos. Estas minúsculas partículas de plástico se han encontrado en casi todas partes, incluso en fuentes de agua, vida marina, cuerpos humanos y ahora incluso en las nubes.
Incluso si no tiras el disfraz, cada vez que lo lavas, se liberan pequeñas fibras de plástico de la tela. En última instancia, estas fibras llegan al medio ambiente a través del sistema de aguas residuales.
Así que deshazte de la peluca de plástico y mira lo que ya tienes. La ropa vieja se puede romper para darle la apariencia de un horripilante zombi. Y, aunque puede que sea un viejo recurso, todo el mundo tiene una sábana vieja en algún lugar que puede usarse como disfraz de fantasma.
5. Menos es más
La sostenibilidad implica dejar el mundo de manera que las generaciones futuras puedan disfrutar de una calidad de vida tan buena como la nuestra. Un elemento crucial para hacer realidad este futuro es utilizar solo lo que necesitamos en lugar de un exceso.
Entonces, al tomar decisiones sobre cómo pasar un feliz Halloween, piensa antes de consumir. ¿Necesitas comprar una gran cantidad de alimentos preenvasados? ¿O puedes hacer tu propio pastel de calabaza? ¿Necesitas subirte a un coche para ir a pedir dulces? ¿O puedes hacerlo localmente a pie? Si sigues estos consejos, podrás disfrutar de una noche de brujas sostenible y responsable.
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