Turismo y empleo: un futuro
mejor para todos
- A menudo se subestima el papel del turismo en la
creación de empleo, a pesar de que el turismo genera el 10% de los puestos
de trabajo en el mundo y de que está incluido en el Objetivo de Desarrollo
Sostenible 8 por su potencial para crear trabajo decente.
- Se necesitan nuevas políticas para aprovechar al
máximo el potencial del turismo de crear más y mejores puestos de trabajo,
especialmente para las mujeres y los jóvenes. Se requieren también nuevas
medidas para reflejar e incorporar los avances tecnológicos en curso.
- Las políticas y actuaciones deben orientarse a
abordar el desajuste actual entre las habilidades turísticas que se
imparten y las que necesitan los empleadores.
- Para ello, es menester un enfoque holístico del
futuro del empleo en el turismo, con una mayor cooperación entre todos los
implicados, incluidos los sectores público y privado.
El Día Mundial del Turismo se
conmemora todos los años el 27 de septiembre, con celebraciones dirigidas por
la OMT. Su propósito es el de concienciar a la comunidad internacional acerca
del valor social, cultural, político y económico del turismo, además de sobre
cómo el sector puede contribuir a lograr los Objetivos de Desarrollo
Sostenible. En 2019, en consonancia con el hincapié general de la OMT en las
habilidades, la educación y el empleo a lo largo del año, la celebración del
Día Mundial del Turismo se articulará en torno al tema de «Turismo y empleo: un
futuro mejor para todos».
El futuro del empleo
La creación y la garantía de un
empleo equitativo son fundamentales para que prosperen la inclusión social, la
paz y la seguridad. Se ha de aprovechar plenamente el potencial de aportar
trabajo decente que encierra cada sector.
La aparición de nuevas
tecnologías ha supuesto el desarrollo de nuevas formas de empleo que están
transformando rápidamente los procesos de producción en todo el mundo, lo que
brinda oportunidades al tiempo que ejerce presión sobre los programas actuales
de empleo, bienestar social y educación.
Según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo a nivel internacional sigue
siendo elevado, con más de 190 millones de parados en 2018. Todos los sectores
y todos los países, por consiguiente, han de crear las condiciones necesarias
para tener más y mejores puestos de trabajo. La adopción de nuevas tecnologías
puede desempeñar un papel fundamental a la hora de lograr dicho objetivo.
Lograr que la nueva ola de
avances tecnológicos sea lo más inclusiva posible requerirá una inversión
considerable en formación y habilidades para el trabajo y para la vida. Todo el
mundo debería tener la oportunidad de realizarse plenamente para beneficiarse
de la nueva era tecnológica.
Para ello, se ha de estudiar la
repercusión que el cambio tecnológico tiene sobre el crecimiento
socioeconómico, el empleo y la desigualdad. Asimismo, se han de aportar
herramientas y habilidades a los que buscan empleo y también a aquellos cuyos
puestos de trabajo se ven amenazados por la automatización.
Con motivo de su centenario en
2019, la OIT publicó el documento titulado «Trabajar para un futuro más
prometedor: informe de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo». En
este histórico informe se recogen las fuerzas que están transformando el mundo
(la tecnología, el cambio climático, la demografía, la globalización) para
abogar por un programa centrado en el ser humano para el futuro del trabajo.
Al colocar a las personas y el
trabajo que realizan en el centro de la política económica y social, además de
en la práctica empresarial, el camino hacia el crecimiento, la equidad y la
sostenibilidad se articula en torno a tres ejes de actuación:
- Aumentar la inversión en las capacidades de las
personas.
- Aumentar la inversión en las instituciones de
trabajo.
- Aumentar la inversión en el empleo decente y
sostenible.
El turismo es un sector líder de
persona a persona, con índices de crecimiento que superan el crecimiento
económico mundial y el comercio internacional. Es una de las principales
categorías de exportación en el mundo, cuya repercusión en los trabajadores es
tan elevada que constituye un aliado natural en el programa para el futuro del
empleo de la OIT, centrado en el ser humano.
Turismo y empleo
El turismo es una fuente
principal de empleo debido a su naturaleza intensiva en mano de obra y
al significativo efecto multiplicador que tiene en el empleo en sectores
relacionados. Se calcula que un puesto de trabajo en el sector
turístico principal crea alrededor de un empleo y medio adicional
o indirecto en la economía relacionada con el turismo. En total, el turismo es
responsable de uno de cada diez puestos de trabajo en todo el
mundo.
La OIT calcula que el sector de
«alojamiento y restaurantes», junto con el de «servicios del sector
privado», crearán empleo al ritmo más rápido de todos los
sectores de la economía en los próximos cinco años.
El turismo ha demostrado ser una
actividad económica resiliente. En cada uno de los siete años
posteriores a la crisis económica mundial de 2010, la cantidad
de llegadas de turistas internacionales aumentó en un 4% o más.
El turismo contribuye a los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) como meta dentro de los Objetivos 8, 12
y 14. El aporte del sector a la creación de empleo queda reconocido de forma
específica en la meta 8.9 del Objetivo 8, que
reza: «Para 2030, elaborar y poner en práctica políticas encaminadas a promover
un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los
productos locales».
La voz del turismo dentro de las
Naciones Unidas se refleja en otros foros políticos y de desarrollo internacionales.
La 26ª Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno concluyó en
noviembre de 2018 con una declaración política de alto nivel sobre desarrollo
sostenible en la que el turismo desempeña un papel de apoyo clave. El
compromiso incluye a la OMT como el socio internacional designado y representa
la primera vez que el sector del turismo se incluye en una agenda de
cooperación multilateral al más alto nivel.
Más recientemente, la declaración
de los dirigentes del G20 en Osaka, en junio de 2019, destaca la contribución
del turismo al crecimiento económico mundial y al desarrollo sostenible e
inclusivo: «el turismo representa una cuota significativa del PIB mundial y se
prevé que continúe siendo un motor importante de crecimiento económico en el
mundo. Trabajaremos para ampliar al máximo la contribución del sector a la
creación de empleo de calidad y al emprendimiento, especialmente para las
mujeres y los jóvenes, así como en la industria creativa; la resiliencia y
recuperación económica; la conservación de los recursos naturales merced a una
planificación y gestión sostenible del turismo; y el logro de un desarrollo
inclusivo y sostenible».
Ahora bien, pese a representar el
10% de los puestos de trabajo en el mundo, el papel del turismo en la generación
de empleo y en el emprendimiento a menudo se subestima y
se infravalora en la formulación y ejecución de políticas.
Uno de los principales factores
que repercuten en el empleo y el desarrollo de talento en el turismo es
un desajuste entre las cualificaciones disponibles y la
realidad del trabajo. La brecha que existe entre la educación, por un lado, y
las habilidades y el conocimiento necesarios, por otro, así como la
consiguiente escasez de trabajadores con destrezas «a prueba de futuro», sigue
afectando a las economías y perjudicando las perspectivas de creación de
empleo. Asimismo, el turismo se enfrenta a retos importantes a la hora de
atraer y retener talento, así como en cuanto a la mejora de las condiciones
laborales.
El empleo en el turismo y la
revolución digital: principales desafíos
La globalización, los avances
tecnológicos y los cambios demográficos son tendencias que, conjuntamente, han
redefinido el sector turístico y cómo funciona. En el centro de nuestro mundo
actual hiperconectado e hiperinformado se encuentra una revolución digital de
los mercados, así como en la demanda de habilidades y en las características
del empleo turístico. En los últimos años, se han dado avances tecnológicos
tales como nuevas plataformas de servicios turísticos (la denominada economía
compartida o colaborativa), los datos masivos (big data) y la
geolocalización.
Algunos de los problemas
principales a los que se enfrenta el sector turístico a la hora de adaptar su
mano de obra a la revolución tecnológica son los siguientes:
- La necesidad de revisar y adaptar una legislación y
reglamentación obsoletas para fomentar el empleo, la innovación, el
emprendimiento y nuevos modelos de negocio.
- El bajo nivel de conocimiento y manejo de nuevas
tecnologías y tendencias tecnológicas.
- Falta de financiación para invertir en nuevas
tecnologías y en formación para los trabajos necesarios para el presente y
el futuro.
- Falta de cooperación y de comunicación entre los
interlocutores pertinentes.
Las MIPYMES, clave para el empleo
decente en el turismo
Las empresas micro, pequeñas y
medianas (MIPYMES) son en la actualidad los principales creadores de
empleo en el turismo. Investigaciones de la OCDE y de la OIT muestran que en
torno a la mitad de los empleados turísticos trabajan en empresas de
menos de 10 personas, mientras que aproximadamente tres cuartas
partes lo hacen en compañías de menos de 50 trabajadores.
Las MIPYMES turísticas son
también una importante fuente de innovación y de diversificación económica, que
ayudan a forjar el desarrollo socioeconómico en países de destino de todo el
mundo.
Sin embargo, cabe señalar el
acceso a la financiación, unas reglamentaciones empresariales prohibitivas y
unas habilidades inadecuadas como trabas importantes a las que se enfrentan
todas las MIPYMES, incluidas aquellas que operan en el sector del turismo.
El principal desafío que afecta a
las MIPYMES, por tanto, es el de crear un entorno habilitante que mejore sus
perspectivas económicas, al tiempo que supera los obstáculos al empleo decente
y garantiza que las actividades económicas de las MIPYMES sean sostenibles
medioambientalmente.
Promover el empleo para todos en
el turismo: jóvenes, mujeres y comunidades rurales
El sector del turismo emplea
más mujeres y jóvenes que la mayoría de otros
sectores.
Casi la mitad (47%) de
los trabajadores del turismo en países europeos de la OCDE
tienen entre 15 y 34 años de edad, frente a
una tercera parte (32%) de trabajadores en la economía
en su conjunto.
En los países de la OCDE, las
mujeres representan el 60% del empleo en el sector turístico. Se
trata de una proporción mayor que en el sector servicios
(47%) y en la economía en su conjunto (43%).
Las mujeres desempeñan un papel
prominente en el emprendimiento turístico. Estudios de la OMT y de ONU-Mujeres
muestran que el índice mundial de mujeres emprendedoras en
«hoteles y restaurantes» (36%) es comparativamente
mayor que en todos los sectores juntos (22%).
Asimismo, el turismo crea puestos
de trabajo en áreas rurales y remotas, no
solo de forma directa, sino también indirecta, al preservar y restaurar
actividades tradicionales. A menudo, se trata de uno de los pocos sectores
económicamente viables en esas zonas.
La mención explícita al turismo
en la meta 8.9 del Objetivo 8, dentro de los ODS, reconoce su potencial para
transformar los medios de vida y la prosperidad en comunidades rurales, tanto
proporcionando acceso a empleo decente como reactivando industrias locales
tradicionales.
Al brindar oportunidades a las
mujeres, los jóvenes y las comunidades rurales en diversas facetas, el turismo
contribuye a varios de los ámbitos de las metas de los ODS relacionados
con el empoderamiento de grupos vulnerables y con sociedades
más equitativas e inclusivas. Una mayor inclusión refuerza el poder
del turismo de unir a la gente de distintas culturas celebrando la diversidad y
aumentando la resiliencia social en general.
A pesar de estos beneficios que
aporta, el turismo debe también abordar serios desafíos relacionados con el
empleo de todos estos grupos.
Uno de ellos es la brecha
salarial entre hombres y mujeres. En el turismo, las mujeres cobran de
media un 20-25% menos que los hombres con cualificaciones
similares. Las mujeres están a menudo sobrerrepresentadas en formas de empleo
atípicas y padecen también segregación en cuanto al acceso a la educación y a
la formación.
Las mujeres con baja
cualificación suelen encontrarse en los puestos de trabajo más
vulnerables, con el riesgo de que se vean expuestas a condiciones de
trabajo deficientes, a la desigualdad de oportunidades y de trato, así como a
violencia, explotación, estrés y acoso sexual.
El empleo temporal y a tiempo
parcial es especialmente frecuente entre mujeres, jóvenes y personas
poco cualificadas que trabajan en el turismo, lo que puede desembocar a menudo
en un déficit de trabajo decente, como una cobertura social
inadecuada, sueldos bajos y desigualdad en cuanto a los ingresos, además de
unas condiciones de trabajo precarias.
El ciclo de demanda variable en
el sector turístico, con jornadas de trabajo irregulares y turnos
imprevisibles, plantea retos adicionales para las personas (de cualquier
género) que tratan de conciliar la vida laboral con las responsabilidades
familiares. Al mismo tiempo, sin embargo, esta flexibilidad puede
también brindar oportunidades a personas que quieran combinar un
trabajo en el turismo con otra ocupación.
Un marco político para el trabajo
decente para todos
Se necesitan nuevas
políticas para aprovechar plenamente el potencial del sector turístico
de crear más y mejores puestos de trabajo, al
tiempo que se reduce el riesgo vinculado a un creciente desajuste en cuanto a
habilidades.
En el sector turístico existe una
larga tradición de trabajar de forma aislada de otros sectores económicos
clave. El camino que hay que emprender pasa por un enfoque más holístico del
futuro del empleo en el turismo, con vínculos claros con otros
sectores que son importantes para el desarrollo económico.
Los principales cambios en curso
y desafíos relacionados con el empleo en el turismo exigen un nuevo
planteamiento en cuanto al desarrollo de habilidades y a la educación, además
de políticas de innovación y de creación de empleo.
Dichas políticas deberían:
- Fomentar el avance de la innovación en
el turismo para crear empleo y alentar el emprendimiento, especialmente en
las mujeres, los jóvenes y las comunidades rurales, mediante:
- La creación de centros de innovación turística,
incentivos y programas que pongan en contacto a empresas nuevas (start-up),
empresas líderes, inversores y gobiernos.
- El desarrollo de investigación acerca de la
evolución de la demanda de habilidades como consecuencia de la revolución
digital.
- Crear iniciativas que promuevan la innovación y el
desarrollo de habilidades tecnológicas en el turismo.
- Congregar a las instituciones educativas, al sector
privado, a gobiernos y a socios tecnológicos para revisar los programas
educativos y contribuir a crear las cualificaciones necesarias
para las oportunidades laborales del futuro, que incluyan las
habilidades sociales.
- Reducir aún más la brecha entre las cualificaciones
disponibles y las habilidades necesarias en el trabajo, creando
oportunidades para recabar una experiencia adecuada en el sector,
mediante, por ejemplo, prácticas o becas, junto con una educación y
formación especializadas.
- Incluir a los interlocutores tecnológicos en las
estructuras y mecanismos nacionales de coordinación de políticas
turísticas para velar por un enfoque holístico que tenga
en cuenta la innovación y la creación de empleo.
- Incorporar el turismo como un sector clave tanto en
las agendas nacionales como multilaterales de empleo,
educación y creación de habilidades, así como de desarrollo económico en
general, resaltando la capacidad del turismo de lograr los objetivos de
crear más y mejores puestos de trabajo.
Únete a la celebración en: #WTD2019
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